Una especie de remake de Bully de Larry Clark pero con más presupuesto y actores conocidos. Muy buenas actuaciones en general (atención a Ben Foster, un actor que viene sorprendiendo a todos) para una trama bastante previsible. Entretenida.
Mediocre, la verdad es que no tiene desarrollo o historia practicamente, se trata de ver a gente haciendo el descerebrado sin decir una sola cosa inteligente hasta el final el cual he encontrado muy previsible.