He aquí un film-serie antológico, puro cine de terror (o no) francés. Realmente memorable la fotografía (multicolorista, por cierto). Los episodios son inconexos argumentalmente, pero sí tienen una unidad formal evidente. El más notable es el tercero, una obra de arte. En fin, una obra quizá poco fácil de poder visionar pero, por más de un motivo, imprescindible, dado su valor histórico. Difiero en que esta sea la obra cumbre de los vampiros, para mi lo es Nosferatu sin menospreciar esta.