La vida de un grupo de personajes se entrecruzan cuando coinciden en una terapía de gordos: Abel (Enríquez) director de la misma y al que le cuesta asumir el embarazo de su novia Paula (Sánchez) quién no puede evitar sentirse rechazada por su comportamiento; Enrique (de la Torre) un actor gay que presenta un anuncio para adelgazar y que no puede evitar engordar a la vez que mantiene una relación un tanto peculiar con Pilar (Castro) la esposa de su socio; Andrés (Albizu) un CSI casado felizmente con Beatriz (Delgado) pero que no parece hacer mucho caso a su hija Sofía (Martín) quién está acomplejada por su peso y que se refugia en la amista de su profesora de gimnasia Paula, la novia de Abel; y Sofía (Herrero) una joven creyente que no desea llegar virgen al matrimonio a pesar de que su novio Alex (Arévalo) hace lo posible por llegar.
Crítica
Puntuación del crítico: 7
Segundo film de Daniel Sánchez Arévalo, nos encontramos ante otro film coral, no demasiado redondo en su ejecución, pero que mantiene la misma profundidad de sentimiento que ya tenía su debut, la maravillosa AzulOscurCasiNegro. El mayor punto flojo del film sería quizás su duración, demasiado larga y demasiadas historias, algunas más interesantes que otras y la resolución de alguna de ellas (concretamente no me gustó la manera de acabar la historia de Arévalo y Herrero). Pero a su favor nos encontramos con un guión repleto de matices, de pequeñas historias y momentos que hacen aflorar tanto la sonrisa como la lágrima más sentimental, y sobretodo un reparto excelente del que yo personalmente destacaría dos interpretaciones, las de la pareja formada por Roberto Enríquez y Verónica Sánchez, ambos en estado de gracia y quizás protagonizado la mejor historia del film, atención a los dos enfrentamientos entre los dos personajes (uno de Sánchez irrumpiendo en una terapia de gordos y otro posterior con los dos personajes sincerándose) que son absolutamente ejemplares y de un calibre actoral ante el que hay que quitarse el sombrero, me extrañaría mucho que ambos no ganasen Goyas como actores de reparto por sus interpretaciones porque en lo que va de año no he visto ninguna otra que les llegue a la altura (y eso de que tanto José Luis Gómez en Los abrazos rotos y Emilio Gutiérrez Caba en Un buen hombre están de Goya, de actrices de reparto no hay nadie que se acerque siquiera a lo que hace Sánchez en Gordos). Atención también a Raúl Arévalo por fin quitándose de encima el traje de calorro en el que estaba tan encasillado y llorando de verdad cuando tiene que hacerlo (y no haciendo morros como hacía en Los girasoles ciegos) y la siempre maravillosa Pilar Castro en un personaje dificilísimo que ella borda.
Joan
Ficha de Película enviada por Logan D. el 13 de Septiembre de 2009