Una de las películas más frikis (tomando la palabra Friki dentro del mundo de los videojuegos y cómics) que se ha podido ver en la última década. Al principio se hace divertida y original, pero en la fase final se hace bastante cansina y repetitiva, con un final demasiado convencional y sosillo para lo que uno se esperaba al principio de la película. Los personajes que más me gustaron fueron el de Kieran Culkin (el hermano del ahora desaparecido del panorama cinematográfico Macaulay Culkin), y el de la novia Japonesa, que es como ver a una chica de estas series anime tan cachondas en carne y hueso. En definitiva es una película divertida y original, pero que al final queda demasiado sobrecargada de peleas y efectos especiales y el el final no convence demasiado.