Tim Robbins encarna a David Owen, un empresario de mediana edad que se vuelve loco con el constante ruido de la ciudad que nunca duerme (Nueva York). Entonces decide salir en una cruzada para destruir estos artefactos que hacen su vida imposible. Poco a poco empieza a conseguir seguidores para su causa, con los que se enfrentará desde el vecino y la alarma de su coche, hasta el alcalde de la ciudad.
Crítica
Puntuación del crítico: 7
Henry Bean escribe y dirige son segundo largometraje, en el primero lo bordo y en este no llega a estar al mismo nivel pero nos trae una historia fresca al igual que su forma de rodar que nos trae aire fresco. En el papel principal tenemos a Tim Robbins que al menos a mi me cae mal pero aqui no se por que me llega a caer bien, congenia rapidamente con la camara, ademas su director sabe muy bien como hacernos reir con situaciones y actos delirantes y a la vez pateticos. Yo me senti desde el primer momento complice de su protagonista ya que a mi me encanta la tranquilidad y los ruidos me ponen nervioso hasta tal punto (como dice la pelicula), el sonido te llega agredir. Quizas en los primeros minutos de metraje llege a desconcertar por su forma de dirigir pero mientras van pasando los minutos empiezas a disfrutar y dejarte llevar hasta tal punto de sacarte mas de una carcajada. La pelicula es bastante correcta en todos los aspectos, pero si he de decir que no le gustara a todo el mundo ya que es mas bien un film independiente y no pretende satisfacer al gran publico.