Guardaespaldas de ocasión
No tan duro de pelar
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Título original | Drillbit Taylor |
Nacionalidad | Estados Unidos de América |
Año | 2008 |
Género | Comedia |
Formato | Color |
Duración | 102 |
Director | Steven Brill |
Guión | Kristofor Brown, Seth Rogen (Historia: Kristofor Brown, Seth Rogen, John Hughes) |
Fotografía | Fred Murphy |
Música | Christophe Beck |
Producción | Paramount Pictures |
Reparto | Owen Wilson, Leslie Mann, Danny McBride, Josh Peck, Alex Frost, David Dorfman, Troy Gentile, Nate Hartley |
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Sinopsis | Desde el primer día de clase Ryan, Wade y Emmit se convierten en el blanco de las burlas de Filkins, el "matón" del instituto y un torturador nato. De pronto, lo que imaginaban como los mejores años de su vida se convierten en un infierno. Es entonces cuando deciden contratar a Drillbit Taylor como guardaespaldas. Posiblemente no sea el mejor mercenario, asesino a sueldo o gorila, pero sin duda alguna, es el más barato de los que contesta al anuncio que colgaron en la red
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Crítica | Puntuación del crítico: 5 | Soy fan declarado de Owen Wilon. Para quien me conozca no supondrá una gran sorpresa, pero para quién no, quizás sí lo sea. Y es que, me gusta Wilson en todas sus facetas, y no puedo hacer más que alegrarme cada vez que hace una película, a pesar de que no todas sean de mi total agrado. Me gusta tanto en su mejor faceya (Medianoche en París) como en sus modalidades más comerciales (Noche en el museo). "No tan duro de pelar" el "ingenioso" título que se les has ocurrido a los distribuidores para traernos "Drillbit Taylor" (que tampoco es ninguna maravilla) es una de sus películas más comerciales, sosa, flojas y cuya realización es simplemente pasar un rato bastante light y que el actor se luzca con un papel protagonista.
No es raro que muchos actores cómicos hagan papeles protagonistas en películas de poca monta. Al fin y al cabo, consiguen ser protagonistas totales, ganan dinero y se lo pasan estupendamente sin hacer mucho en cuanto a su actuación. Miel sobre hojuelas si luego nos dan joyitas cinematograficas, cosa que en la mayoría de las ocasiones ocurre. De este modo, Owen Wilson luce en esta película como protagonista absoluto, sin apenas secundarios que le hagan frente (ni siquiera Leslie Mann y Danny McBride) y con tres actores jovenes, practicamente desconocidos contratando los servicios de su personaje.
Y es que la trama es tan sencilla como el mecanismo de un chupete, aunque con ciertos detalles que, de haber tenido más mala leche hubiesen dado una película mejor. Tenemos a Drillbit Taylor, un vagabundo que se hace pasar por guardaespaldas para ser contratado por tres chicos que acaban de entrar en el instituto y ven cómo unos matones les hacen la vida imposible. Al mismo tiempo que protege a los chavales se hará su amigo. Fácil, rápido y para toda la familia.
Lo primero que llama la atención es la edad de los chavales. ¿Imposiciones del guión? Puede ser, pero es el primer detalle que chirría y que, al mismo tiempo provoca que el filme empiece a ser demasiado light como para ser considerado una comedia de altura. ¿Cuánto habría ganado la película si los chicos hubiesen sido adolescentes o jovenes en sus primeros años de Universidad? Mucho, de eso seguro.
El segundo problema es lo poco ambiciosa que es la película. Sigue un esquema básico sin ninguna sorpresa, y aderazado todo con ese estilo light para toda la familia. No es que sea algo malo; hay que tener en cuenta que el producto es lo que es: un filme familiar de Owen Wilson con algún que otro puntito macarra (el rollete con la profesora). Sin embargo, le falta emoción, quedandose a medias en la mayoría de los casos. No es "Rompedientes" pero tampoco es "Virgen a los 40", quedandose en un terrible yermo gris que le resta bastantes puntos.
Pero aunque esos defectillos son bastante graves, no hacen que ver la película sea un absoluto desperdicio. Si sois fans de Wilson, disfrutareis con muchas de las escenas en las que sale. Hay otras que funcionan bastante bien, como esa en la que los chicos miran a ver a quién contratan para ser su guardaespaldas, o la pelea final con el matón. En cuanto a los secundarios, los papeles de Mann y McBriden piden a gritos otros actores desde el primer momento en el que salen.
En fin, es una comedia más, que pasa sin pena ni gloria por delante de los ojos del espectador. Se deja ver, se olvida fácilmente, es de lo más flojo del actor principal, pero no lleva a engaños de ningún tipo. Aún así, entretiene, contiene algunas escenas bastante divertidas y es eficaz para las tardes aburridas. No se le puede pedir más, aunque a veces se le debería.
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The Stranger | |
Ficha de Película enviada por The Stranger el 21 de Marzo de 2012 |
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