Este estilo de película ha sido siempre mi preferido, sobre todo por el estilo que queda al final, y claro está, por el trabajo que cuenta detrás de las cámaras, algo que en muchos sectores no se llega a agradecer del todo ni contar con el enorme mérito que tiene el ir moviendo fotograma a fotograma un muñeco, haciendo que al final, durante hora y media o dos horas, tengamos los impresionantes resultados que hemos visto en esta película. Sinceramente echo de menos el Stop-Motion de las películas antiguas, ya que ahora lo único que se utilizan son efectos realizados a ordenador que no llegan a ser ni la sombra de lo que eran antes.