Un trabajador de un fábrica textil, se enamora locamente de una mujer de la alta sociedad después de haber dejado embarazada a una compañera de trabajo.
Crítica
Puntuación del crítico: 10
Hace menos de una semana tuve el lujo (tarde, lo se), de ver esta maravilla de película, encumbrada con justicia como una de las mejores de la historia. Se trata de una historia de amor imperecedera, bellísima e inmortal, secundada por uno de los guiones mas sólidos que he visto. La fatalidad acaba imponiendose siempre en está genial película, pese a que con mucha habilidad te haga tragarte que no va a pasar nada. Giros muy bien llevados. Se trata de un film sin el mas mínimo fallo de casting, y además los tres protagonistas (triangulo amóroso) están de diez. Una de las mas impresionantes interpretaciones de la historia es la que hace Clift en esta película, cada palabra que sale de su voca, cada gesto, y sobre todo cada mirada con que lo dice absolutamente todo. Magnifica como siempre la jovencísima taylor, y Shelley Winters cuyo papel le va que ni pintado por su patetismo. Sin olvidar al destacadísimo Raymond Burr haciendo de fiscal malo malísimo. Final tremendo en el que en el fondo no se sabe lo que ha pasado en realidad, abierto como los mas grandes finales, aunque cada uno después saque sus propias conclusiones. Sin duda la mejor película de Stevens.
Al Sampietro
Ficha de Película enviada por Joseph Sampedro el 11 de Octubre de 2003
Creo recordar (o puede que no) que fue Hitchcock o quizás Truffaut quién dijo que para aprender a dirigir una película había que verse 20 veces Un lugar en el sol. Una gran verdad ya que esta película es una lección de cine, baste ver la magistral secuencia del lago como ejemplo. Excelentes intepretacones de Winters (muuy secundaria por mucho que fuese nominada al Oscar como actriz) y Clift. La banda sonora y su tema principal son emblemáticos.
Una pelicula a revindicar, una joya injustamente olvidada. Todo en ella es perfecto y creible, romantico y fatalista. Poco mas se puede decir, excepto alentaros a los que no la hayais visto para que no se os ocurra perderosla. Mencion aparte merece un portentoso Montgomery Clift.