Mar adentro
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Piripiflautico
-- Lunes, 7 de Febrero de 2005 a las 18:13.
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¿Has visto opiniones en la mayoría de los medios "progresistas" que cuestionen la supuesta bondad o validez de esa práctica? Y es que el significado del progresismo es algo muy peliagudo, pues significa tener respeto por la libertad individual pero también conciencia crítica y autocrítica. Si el autodenominado progresista no escucha las razones de los conservadores no es progresista: es un sectario como cualquier otro.
Perdona, pero o no sabes lo que significa o te lo estás inventando aún a sabiendas.
Progresista significa estar abierto al progreso. Es decir, se contrapone al concepto de conservador, que es quien se opone a los cambios no en función de los motivos que haya tras ellos, sino sencillamente porque esta acostumbrado a vivir como vive y no quiere cambios bruscos.
Por tanto, "las razones de los conservadores" es casi un oxímoron (al decir conservadores no me refiero a la gente que se define así, si no al significado del término). Es decir, las razones de los conservadores, por pura definición, no son razones. Es solo oposición a los cambios. Y al diccionario (no escrito precisamente por gente muy progresista) me remito.
Esto que estoy diciendo y que suena tan terminológico se ve fácilmente en el ejemplo de aquellas opiniones expresadas en La Razón, en la del dichoso cura o en la tuya misma. Es un montón de gente diciendo que si "tal" cosa o "tal otra", Sampedro no hubiera querido la eutanasia. Que si la quiso es por esto o lo otro o lo de más allá (era una persona que ha basado excesivamente la razón de su ser en la movilidad física, decías tú en ese grito). Y eso es, hablando en plata, deslegitimar la opinión de alguien a quien no entienden. Asumir que elegir eso es cometer un error y que por tanto no se debe permitir. ¿Cómo va a querer morir? ¿Quién podría querer suicidarse? etc, etc...
Puesto que tal como está organizado el mundo cada uno es responsable de su propia vida, y además la eutanasia es algo que no infringe los derechos de los demás, no parece que haya muchos argumentos "científicos" o "racionales" para enfrentarse a ella. Y por eso sus detractores suelen recurrir a argumentos al margen de la razón llana y simple SPOILER, como Dios, que la vida es sagrada, que no le pertenece a cada uno si no a Dios, y demás supersticiones ultraterrenas. O lo que (para mí) es lo mismo: ante una ausencia de argumentos con los que debatir, recurren simplemente a que ellos fueron educados en que eso está mal, y como a esas alturas cuesta mucho cambiar, pues que no se permita la eutanasia. Eso es más o menos lo que significa conservador.
(esto va para los que se quejan de "no se puede generalizar ni imponer tal o cual...", que según ellos siempre se produce en la misma dirección)
Es que me parece un poco ridículo mezclar imponer algo con dar libertad para que se haga. En el primer caso tienen que someterse todos a ello, y en el segundo solo los que quieran. Por ejemplo: existen operaciones quirúrgicas, pero no tienes que someterte a ellas si no quieres.
Y todo este rollo, ojo, no tiene que ver con problemas prácticos en el ejercicio de la eutanasia, escándalos, etc, igual que no se elimina a los políticos del mundo porque algunos sean corruptos. Solo me refiero a la discusión "ética" sobre la eutanasia.
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Pirus
-- Lunes, 7 de Febrero de 2005 a las 16:15.
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Hermosa película de Amenabar con un impresionante Javier Bardem que junto a Lola Dueñas hacen, para mí, los PAPELONES, sin desmerecer ni muchísimo menos al resto del reparto, muy a la altura. Hablando en líneas generales, la película no llega, por muy poco, a ser una obra maestra pero contiene momentos grandiosos del cine -véase el hermoso viaje de Ramón Sampedro a través de la ventana- o tantos otros que nos emocionan y consiguen arrancarnos una breve sonrisa entre tanto dolor. Vale la pena, hay que verla.
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Monty Python
-- Domingo, 2 de Enero de 2005 a las 21:02.
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Por la historia que cuenta, por cómo la cuenta, la fotografía, maquillaje, actuaciones (Bardem está de Oscar), ritmo......UN SOBRESALIENTE. Sin entrar a juzgar los valores morales que la película muestra debido a la historia que cuenta, la película es GENIAL, lo de la eutanasia ya es un tema más escurridizo y dificil de tratar. Cada persona es un mundo, y cada caso es único. En el caso de Ramón Sampedro, eutanasia sí.
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malaparte
-- Lunes, 27 de Septiembre de 2004 a las 02:05.
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¿Y qué tal si en lugar de entrar en el juego de discusiones de bar que buscaba Mar Adentro (¿un canto a la vida!) nos centramos en el producto? Eutanasia sí, eutanasia no. Valiente merchandising. Vaya por delante que desde mi punto de vista no hay dos casos iguales, y que en ese sentido mi crítica no quiere ser partidista. Pero nunca sentí simpatía por Amenabar, ni con el embrollo aquél de Tesis, ni tras fusilar las premisas de K. Dick en Abre los ojos, ni convencerme el tenembrismo victoriano de Otra vuelta de tuerca en Los otros. En definitiva, no me creo a Amenabar en general, ni a Mar adentro en particular. Y mis motivos son varios. El principal es que el director está tan pagado de si mismo, que su película se gusta demasiado. Se gusta hasta el empalago en cada plano, en cada secuencia, en cada personaje, y cae en la autocomplaciencia de quien está seguro de hacer algo muy bonito y muy sentimental que va a ganar muchos premios. Supongo que Amenabar se apunta al carro de "lo humano", en el sentido de "personas humanas", que dicen los invitados al Diario de patricia. Ese sentimentalismo facilón que predispone a llorar antes de que empiece la película, porque dice todo el mundo en la cola de los billetes "que seguro que es muy bonita" por lo que va a contar, por los actores, en fin, por todo. Y Mar adentro es justamente un compendio de tales premisas, pero se queda en eso, en premisas sin el menor compromiso ni profundidad. Al menos, yo no veo la verdad por ninguna parte, y eso que Amenabar pierde el culo por que nos empapemos de ella. En lugar de confrontar visiones del mundo, antepone una sin justificarla. Y eso no es ser imparcial, por mucho que él se jacte de ello. Si era su proposito, como mínimo, ha estado torpe. Veía anoche Pena de Muerte, y sin ser ningún prodigio creo que da una lección muy clara de cómo un buen guión, mejores interpretaciones y un poco de visceralidad pueden pulverizar pretensiones como Mar Adentro. Pero además Amenabar hace flaco favor a su personaje, porque a mi parecer Sampedro no sale bien parado de su biopic. En lugar de hacernos ver el mundo por sus ojos sin medias tintas, tenemos un personaje plano: su gravedad se reduce a chistes sobre su triste condición (cosa que, pasado el tercer chascarrillo, es francamente de mal gusto para cualquiera) y a cambios tempestuosos de humor que acaban achacándose al tópico del cerrazón gallego. Apenas vemos momentos de auténtica complejidad en su rol (esa crisis final, a punto de derrumbarse antes de morir), ya que el resto es despachado por Amenabar en unos facilones flashbacks del trompazo en la playa y fotos de juventud. Tampoco está para mi gusto bien afinado Bardem, que se preocupa más de imitar a la perfección al protagonista real (y desde luego lo consigue, supongo que por orden de Amenabar) que a cuajar a su personaje. Más contenida está Belén Rueda, y por supuesto esa pedazo de actriz que es Lola Dueñas. Repito,no se atreve Amenabar a enfrentar posturas, es tan cobarde que realmente no se posiciona del lado de Sampedro, qué va, igual vendería menos. Mejor vamos a hacer proselitismo facilón jugando con todo a favor y después de hora y media alguien que, como servidor, siguió en su momento el caso de Sampedro con el corazón encogido no encuentra aportaciones importantes a su trágica figura, ni entiende mejor su drama, ni se identifica (como el chavalito que sube y baja las escaleras en la confrontación con el cureta, de correveidile, y acaba conmocionado al recibir de lleno el mensaje de la película: ¡patético!) con ese batiburrillo de sentimientos con el que Amenabar intenta atropellarnos a toda costa. Se queda uno como el novio de Belén Rueda, personaje que para mí mejor representa la frivolidad de esta película, disfrazada de dulces sentimientos y que, al final, lo mira todo como muy compungido pero sobre todo con cara de tonto. Un jarrón bonito porque parece que se va a romper. Pues eso.
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El Trobador
desde BCN
, Catalonia (Espáin)
-- Domingo, 19 de Septiembre de 2004 a las 11:50.
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"¿Qué esperabas de La Razón?"
Pues... en relación con este tema, bastante más demagogia, teniendo en cuenta la catadura del diario.
Lo triste es que textos así los tenga que leer, yo que me considero progresista, en medios como ése: he ahí lo realmente triste. Tanto que alardean algunos de libertad de expresión, ¿has visto algún comentario opuesto o simplemente crítico con la legalización de la eutanasia en El País? ¿Has visto opiniones en la mayoría de los medios "progresistas" que cuestionen la supuesta bondad o validez de esa práctica? Y es que el significado del progresismo es algo muy peliagudo, pues significa tener respeto por la libertad individual pero también conciencia crítica y autocrítica. Si el autodenominado progresista no escucha las razones de los conservadores no es progresista: es un sectario como cualquier otro.
Yo no pretendo poner en duda la libertad personal de Sampedro respecto a su vida, pero sí su implicación en la defensa activa de la legalización y regulación de la práctica eutanásica (esto va para los que se quejan de "no se puede generalizar ni imponer tal o cual...", que según ellos siempre se produce en la misma dirección). Mira hacia Holanda, entérate de lo que está sucediendo allí con la eutanasia, y verás por dónde voy. Quienes desconfían (desconfiamos) de ella sabemos por qué lo hacemos, no es por ser "carcas fascistoides".
Por otra parte, y volviendo al asunto específico de Sampedro, a nadie se le escapa que una persona que quiere morir porque es incapaz de mover su cuerpo es una persona que ha basado excesivamente la razón de su ser en la movilidad física. La vida no es sólo eso, no se acaba ahí. Igual que me niego a que se repudie a Sampedro por seguir su libre elección, me negaría también a que se lo convirtiera en una especie de héroe. No creo que sea una ofensa, sino al revés, un favor.
Lo mismo vale para su condición intelectual. Sampedro no me ha de caer mejor ni peor por ser una persona especialmente inteligente o haber leído mucha filosofía, ni me basaría en ello para valorar sus actos. Cualquiera que trate con disminuídos psíquicos sabe la escasa capacidad mental que poseen y la ilusión con que, sin embargo, afrontan la vida. Mucha gente asocia inmediatamente un elevado nivel intelectual con un gran equilibrio interior. Es falso. No tienen por qué estar necesariamente relacionados.
Os lo dice alguien que lee mucho, que reflexiona mucho y que se come la olla muy a menudo. Y cada vez estoy más convencido de que pensar es bueno, pero sólo para lo que de verdad vale la pena. De lo contrario, mejor no pensar en nada y no obsesionarse. "Ramón Sampedro pensaba demasiado en lo que había perdido y no veía lo que la vida le ponía delante", leo que dice el (auténtico) cura que lo conoció en vida. No sé vosotros, pero yo opino que tiene razón.
Por todo ello es por lo que no está de más que la película Mar Adentro sea acogida con reservas por la sociedad. No es una crítica destructiva, sino constructiva. Pues, ¿una crítica destructiva es acaso crítica, o es simple odio frontal?
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Hallenbeck
-- Domingo, 19 de Septiembre de 2004 a las 01:12.
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MARAVILLOSA No se si Ramon Sampedro merece una pelicula sobre su vida pero si se que peliculas como esta si merecen ser rodadas, una pelicula de sentimientos que llegan al espectador, joer, en ciertos momentos (cuando podias desconectar de la pelicula) escuchabas la sala entera suspirando o llorando, yo inclusive, muy emotiva con momentos alegres y otros muy tristes. Fenomenal los actores, TODOS, he leido aqui que el guion podia mejorarse, no lo se, yo lo vi muy redondo, vi la postura oficial, representado aqui por la iglesia, la postura egoista de la familia, la egoista de Ramon, la del suicidio por miedo, la intransigencia de la justicia, en fin, yo lo veo redondo, incluso los distintos estados animicos de Ramon, alegre, deprimido, enfadado, que permiten lucirse a Javier Bardem. Bien la musica, la fotografia, vamos me ha encantado. Tambien he visto un poco de demagogia en este foro, no traten de sacarle mensajes ocultos a la pelicula, creo que es bien sencillo, queria libertad y no queria vivir asi, EL, Ramon, en la misma pelicula se le oye decir que no quiere implicar a otros tetraplejicos, el solo mira por el y por su situacion y no se mete en lo que pensaran los demas.
El primer 10 que le pongo a una pelicula.
OBLIGATORIA
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DUSK
-- Jueves, 16 de Septiembre de 2004 a las 18:38.
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Coincido contigo Boccob, porque lo mismo que te ha pasado a ti con esta me pasó a mi con "El Rey Arturo". Debería haber más controles de "repetición" aparte sólo de que sea el mismo título (sobretodo por películas con el comentario en inglés, como "Eternal sunshine of the spotless mind", comentada con ese título pero que aquí en España se llamará "Que me olvides" o algo por el estilo).
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DUSK
-- Jueves, 16 de Septiembre de 2004 a las 18:35.
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Aunque no he visto tu comentario hasta hoy, no te preocupes que no es para nada ofensivo, porque vienes a decir lo que yo me refería. La psicología del espectador predispone a que ciertos grandes actores no se valore tanto sus méritos PORQUE SE SABE QUE ELLOS SON CAPACES DE ESO Y DE MAS. Por eso pienso que son de lo más acertados los comentarios del propio Amenabar, donde decía que Bardem era el mejor y el peor actor para este papel.
De todas maneras, chapeau para todos los actores que interpretan a la familia de Sanpedro. Esos estan de premio seguro.
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Boccob
desde alen das Tebras
-- Jueves, 16 de Septiembre de 2004 a las 16:53.
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Antés de nada pedir perdón, porque publiqué un comentario de esta película cuando ya había este desde hace tiempo. Pero estoy seguro que ayer no salía en la lista de abajo, lo que me llevó a confiarme y a publicar mi propia crítica. Hay que vigilar esto, porque da muchos fallos de este estilo.
Y luego otra cosa: Yo solo quiero criticar la película, no meterme en debates encarnizados sobre los temas que trata. Creo que para esas discusiones hay otros foros y otros ámbitos. Aquí estamos para comentar películas como expresión artística, como plasmación de un tema. Pero no para discutir sobre el tema en si. O por lo menos yo no estoy para eso.
Mi opinión sober la eutanasia me la guardo, aunque creo que queda clara en mi crítica.
Con este sublime film Amenabar demuestra a muchos de sus crítico de lo que es realmente capaz. Después de inquietarnos con Tesis, hacernos dudar de la realidad con Abre los Ojos y aterrorizarnos definitivamente con Los Otros , Amenábar cambia radicalmente de rumbo y dirige una película que llama a los más profundos sentimientos del espectador.
Basada en una historia real, "Mar Adentro" nos cuenta la historia del tetrapléjico galego Ramón Sampedro, condenado durante años a vivir una imitación de vida por una sociedad hipócrita atada a unas creencias anacrónicas. La negación de su derecho a disponer libremente de su propia existencia le mantiene en un sufrimiento, hasta que alguién que verdaderamente le quiere comprende la coherencia y la profundidad de su pensamiento.
El Ramón Sampedro de la vida real era un ser genial y maravilloso. Sus obras poéticas demuestran que la larga postración e inmovilidad habían dotado a su cerebro de una sensivilidad y una comprensión de la existencia que superaba a los mayores filósofos. Una personalidad impactante y enorme que era capaz de cautivar a cualquiera que se acercara al borde de su cama. Un seductor nato que hizo que muchas mujeres centraran su vida alrededor de su lecho de muerte. Jarvier Bardem, en el que seguro es el mejor papel de su carrera, consigue mimetizar gran parte de la increible personalidad de Sampedro y convertirse en esa persona excepcional. Un increible maquillaje y una mimetización casi perfecta de acento galego ayudan a que el espectador vea de nuevo vivo a Ramón en la pantalla.
El resto de actores, pues en esta película no se puede hablar de secundarios aunque sobre Bardem recaiga la mayor parte del peso interpretativo, realiza un trabajo más que excelente. No solo soprenden Belen Rueda, una verdadera joya que debiera aceptar de ahora en adelante más papeles cinematográficos o Mabel Rivera (Muy conocida en Galiza por la serie cómica de televisión "Pratos Combinados" )si no todos aquellos que aparecen en la película.
Amenábar es un director genial, pero aun es más genial cuando compone música. Y no solo para sus películas, recordemos "A Lingua das Bolboretas" de Cuerda. Y ahora cuenta con la colaboración especial del gaiteiro Carlos Nuñez, lo que dota a la banda sonora de un precioso tono galego y celta. Lo mismo se puede decir de la fotografía y los paisajes que recorre la película y la imaginación de Sampedro.
Por último decir que, aunque yo mismo no pude evitar llorar profusamente en muchos momentos del metraje, la película invita muchas veces a la carcajada, contagianda de esa retranca y esa sorna tan galegas que desprendía Ramón. A pesar de las lágrimas a mi no me pareció una película triste, todo lo contrario. Todos sabemos como acaba y para mi es un final feliz, aunque tremendamente duro.
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Waster
desde Madrid
, España
-- Sábado, 11 de Septiembre de 2004 a las 12:07.
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Antes de nada, quisiera aclarar que la nota numérica con la que califico a esta película es simbólica (como todas mis calificaciones). El arte no puede explicarse en un número, si bien ya es difícil explicarlo con palabras.
Esta película me pareció maravillosa, conmovedora, estremecedora y enternecedora. La escena de introducción es ya algo prodigioso. Las actuaciones, soberbias, inconmesurables (No sólo de Bardem, de TODOS) y una bonita banda sonora refuerzan el halo melancólico que rodea la película. Es una historia difícil, muy difícil de ser llevada al cine, pero Amenábar logra hacerla arte puro y verdadero, logra hacer una historia bella y emotiva, un alegato a la eutanasia, y una crítica a la burocracia y a la Iglesia. ¿Qué no me gustó de la película? Pues bien, no me parece un film perfecto. Como en muchos otros, me da la sensación de abuso de la música. Pero sobre todo, algunas escenas pseudo-románticas con Belén Rueda me parecen algo forazadas. Amenábar es un buen director, pero aún debe aprender sobre guiones. Destacar también la hermosa fotografía del admirable Aguirresarobe, que en breve recibirá un merecido premio en SS. Otro punto positivo es su sentido del humor, un hallazgo impagable en una película llena de hechos trágicos, sobre todo el del hombre que no puede encontrar su libertad. También contundentes y geniales su crítica contra la Iglesia, la burocracia y la legislación.
Este film será muy polémico por el tema que trata. La eutanasia es algo que no se puede debatir en un ratito. Yo pienso que influyen muchas cosas, es un mundo injusto fragmentado en estamentos sociales, un mundo en el que ante el hombre indefenso se erige un sistema invisible avasallador, una burocracia demoníaca que aplasta contradiciendo la naturaleza del ser humano. ¿Se hubiera querido matar Sampedro en mejores condiciones de vida?. Yo creo que el tenía a su familia, que le quería y se dedicaba a él, y un hombre que sabe apreciar lo bueno entiende que eso es mejor que cualquier otra cosa, yo pienso que sí, se hubiera querido matar igualmente. Él no vivía, ni mucho menos, en la carestía o en la pobreza. Pero ahora viene una pregunta más difícil, ¿se hubiera querido morir Sampedro si la eutanasia fuera legal?.... . ¿Fue un desafío su muerte?. Es difícil saberlo, pero no dudo en los sentimientos de desazón del hombre. Yo puedo considerarme como una persona a favor de la eutanasia. Muchos tetrapléjicos quieren vivir, y me parece estupendo. Ramón Sampedro no quería, era un hombre lúcido, y que no se sentía ya humano. Pienso que si me lo hubiera pedido, yo lo hubiera ayudado a morir. Eso sí, es un mundo lleno de injusticias y diferencias entre unos y otros... es una putada. Siempre habrá que ayudar y llenar de optimismo a los más desfavorecidos. Y haber si algún día conseguimos que el hombre sea por fin libre de verdad.
Por otra parte, y debido al comentario que hay más abajo, quería decir que a mi no me parece un "enmascarado canto a la muerte", sino un canto a la libertad de decidir, porque sin ella, la vida se vuelve menos vida.
Un film espléndido. Y un millón de aplausos para Bardem, que lleva en su actuación toda la fuerza de la película.
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