Imperdible obra maestra de Louis Malle. Hermosa historia sobre la amistad y duro retrato de la madurez y la intolerancia. Tremendas actuaciones de los chicos, especialmente la de Gaspard Manesse. Me hizo llorar.
Nunca he entendido demasiado bien la película, y al verla sencillamente me parece que nunca termina de arrancar. Muy sutil, muy evocadora, si se quiere, pero me dejó bastante frío.