Un film muy convencional para ser de Orson Welles, pero resulta que él mismo declaró durante su realización que lo que quería demostrar con esta obra era que el cine comercial no estaba tan lejos de sus posibilidades como muchos creían. Y lo que ha logrado es una película muy efectiva, donde se nota bien su mano (a pesar de ser uno de sus films menos "wellsianos") magníficamente interpretada por ese gigante de la actuación que era Edward G. Robinson y por Orson... . Excelente manejo del ritmo y de la tensión sostenida. Aparte del dilema moral al que se ve sometida la protagonista, lo mejor es la impresionante persecución del final. Muy buena.