Inexplicable caida a los infiernos del otrora gran intérprete Kevin Costner -Bailando con lobos y Los intocables de Elliott Ness así lo confirman-. empeñado en querer demostrar que es un quiero y no puedo. De este film apático y desordenado poco merece ser destacado, ni tan siquiera a la buena de Kathy Bates, que no logra destacar en su papel de amiga protectora. Con un ritmo cansino y un guión que no logra afianzar la atmósfera de suspense pretendida, la película se convierte en una batería de diálogos lacrimógenos que no llevan a nada. Incluso la, en un principio, enigmática alegoría a la libélula se convierte finalmente en un sinsentido, dando lugar a un desenlace cuanto menos inverosímil por lo puro y simple. En definitiva, un nuevo fracaso que sumar a la ya de por si languideciente carrera (ni tan siquiera el físico juega a su favor) de Costner.